Sembrando las semillas de una nueva visión por un mundo sano, consciente, unificado, en armonía con la naturaleza y la fuerza de vida. Pongo el arte del canto, de la danza y la canalización al servicio del bienestar, la evolución, de la liberación emocional, de la reconexión con el cuerpo, la voz, el alma y la naturaleza profunda.

Encontré allá en las tradiciones y las medicinas alternativas ancestrales de los abuelos y abuelas, el poder de las plantas, del canto y de la vida que hacen surgir los elementos: el aire, la tierra, el agua y el fuego. Estoy conectada a los espíritus de la Tierra y el Universo. También hablo con ellos a través de mi canto y de las canalizaciones.

Así, un día ella me sorprendió y me sedujo, cuando fui invitada a improvisar con dos músicos de fusión árabe-flamenco, y ahí otro Universo se me abrió: aquel de vaciar y ser un canal puro de todo pensamiento, deseo y voluntad, simplemente siendo la expresión musical en íntima conexión con cada músico en el momento presente.